Duelo inmóvil

[herbario intimista experimental]



‘Todo el mundo conjetura el grado de intensidad de un duelo. Pero es imposible medir hasta qué punto alguien ha sido alcanzado.’

Roland Barthes

Camino perdida a través del dolor, oscilando entre la luz y la oscuridad, habitando un duelo apenas visible para los demás. Herida y frágil. Escuchando con frecuencia: “la vida sigue”. ¿Pero cómo continuar cuando la pérdida es irremplazable?

Me enfrento a un futuro con ausencias, al largo repertorio de los tiempos sin él y a la certidumbre de lo definitivo: que ya no volverá, que ya no podré abrazarlo, ni oír su voz; y que si no quiero olvidarlo, su recuerdo ahora depende completamente de mí.

Me encuentro ausente de casi todo, intentando inmovilizar aquello que me atormenta. Llena de sentimientos que forman nudos en mi mente. Lo que me desgarra es a la vez lo que me impulsa para transformar el dolor en belleza. Una belleza a la que me aferro como consuelo, como necesidad para sobrevivir.

Hay un punto sin retorno. El cáncer, es ese paso repentino a la vejez, algo indefinido quemándote por dentro. Una desarmonía. 

Hace un año murió una parte de mí. Con la muerte también llega la libertad.

Se trata de un proyecto intimista experimental basado en el amor a partir de la creación de un herbario, que fui materializando por medio de la luz con una serie de lumens y rayogramas, realizados con mi ampliadora en el laboratorio durante los últimos meses, utilizando elementos de la naturaleza (hojas, flores, ramas) recolectados y disecados años atrás, pero sobre desde el 2021 en adelante(las imágenes serán publicada el día 9 de cada mes a modo de pequeño homenaje).

El 9 de mayo de 2021, me estrellé volviendo de Buenos Aires; paradójicamente mientras aterrizaba en Madrid, mi hermano partía para siempre. Haber compartido con él sus últimos días o revivir el recuerdo de nuestra vida juntos, es lo único que me queda. Convivir con la presencia de su ausencia se me hace insoportable. A través de la deshidratación he conseguido que lo efímero de la naturaleza se vuelva eterno, bello, evitando así un proceso de descomposición/desaparición de los elementos que fui recogiendo; como si el recuerdo de mi hermano también pudiese vivir eterno en mí. A lo largo de este primer año, mi laboratorio fotográfico se transformó en el único espacio donde mi mente podía descansar, fluir y seguir experimentando los procesos manuales y analógicos que me completan; donde el dolor me acariciaba sin paralizarme. Crear imágenes, siempre fue mi refugio. La fotografía me acompaña y me mantiene a salvo desde siempre.

*Técnica experimental: lumens y rayogramas sobre papel Ildford, papel Kodak caducado en 1998 y papeles brillo desconocidos.

Dryopteris carthusiana - Rayograma sobre papel satinado  
9/5/22
Nerium Oleander L. - Rayograma sobre papel caducado   
9/6/22
Cystopteris dickieana - Lumen sobre papel satinado   
9/7/22
Melia Azedarach L. - Rayograma sobre papel caducado   
9/8/22
Viola L. - Rayograma sobre papel satinado  
9/9/22
Opuntia dillenii - Rayograma sobre papel desconocido brillo  
9/10/22
Acer Opalus Mill. - Rayograma sobre papel brillo  
9/11/22
Pluma encontrada - Rayograma sobre papel caducado   
9/12/22
Flores desconocidas - Rayograma sobre papel satinado   
9/1/23
Asplenium adiantum-nigrum L. - Lumen sobre papel satinado   
9/2/23
Hoja encontrada - Rayograma sobre papel mate   
9/3/23
Omphalodes verna - Rayograma sobre papel mate   
9/4/23
Mariposa - Rayograma sobre papel mate   
9/5/23 (2 años sin vos)